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Saturday, September 02, 2006 

Cosas Simples


A veces uno se complica por hacer cosas que salgan de lo normal, que sean algo diferentes de lo que uno está acostumbrado a hacer. Sin embargo a veces se pueden encontrar cosas, por casualidad, que escapan un poco de la típica rutina.
Hoy pasó eso. De ver una típica caja de juego de Super Nintendo, se pasó a un desafío que marcaría la noche y que no nos dejaría ir a acostarnos sin cumplirlo.
Y es que cuando uno se pone una meta no se puede dejar a la mitad. Dar vuelta el Street Fighter, o en términos simples ganarle a todos los malos, fue la tarea que se estableció para una noche. Era imposible no cumplir este desafío.
Involucraba no sólo un par de tragos y un control de videojuego, sino que comprometía toda nuestra capacidad para ganarle a una caja electrónica. No podíamos sucumbir ante una cosa de plástico, no nos podía ganar.

Los malos fueron pasando. El primero siempre plantea un desafío mayor. Después de años de no relacionarnos con este juego, la primera pelea siempre es especial. La victoria ya fue un impulso para desear el triunfo total. El segundo, tercer, cuarto, quinto adversario se transformaron casi en rutina. El objetivo estaba en ganarles a todos, y cada vez faltaban menos.

Ya en la etapa final, donde se supone que los malos pegan más fuerte y tienen más resistencia, la cosa se puso un poco más complicada. En cada pelea nos acercábamos un poco más al gran triunfo. Los enfrentamientos fueron cada vez más duros. Un round ganado, dos perdidos hacían que el objetivo final no se acercara, sino que se alejara. Pero no importaba. Las ganas de ganar entre los tres participantes se mantenían. El apoyo mutuo, y los gritos de motivación eran cada vez más fuertes y estridentes. Los abrazos y salud se repetían cada vez más. Había que ganarle al Nintendo.

Finalmente llegó el gran momento. Chun li dio el golpe mortal, el último gran malo caía en la lona sin poder recuperarse. Ganamos, dimos vuelta el juego. Le ganamos al juego.

Pasaron hartos vasos antes de ganar. Pero fue muy buena onda. A partir de una caja de plástico unimos fuerzas con los compadres. Nos sentimos ganadores y los más secos del mundo pal Street Fighter. Fuimos secos por unos minutos. Muy buena onda. Son nuevas formas de pasarlo bien.

Hola!
Tampoco salí de mi casa anoche, pero un super nintendo fue reemplazado por la tele y una película que hevisto mil veces. Bakan darse vuelta los juegos. Asumo que cuando era chico lo que hiciste anoche te hubiese costado una semana.

saludos, chauuu

Es cierto lo que dices, porque a veces uno se complica, buscando increíbles e intrincadas formas de estar contento sin darse cuenta de que podría pasarlo bien con cosas my simples.
Igual que tú ese día, hoy en la noche no me compliqué: maní, cervezas y conversación.
Bueno, bonito y barato.

Saludos de lejiiitoos!

mmm....en realidad encuentro un poco estupido pasarse una noche entera jugando nintendo...de hecho me cargan los niños que quedan imnotizados por los nintendos y play station, y al final su unico tema de conversacion son a que etapa pasaron...por los demas son juegos de ataque y peleas y eso induce a la violencia...

mientras queden imnotizados y no hipnotizados no creo que exista problema

yo encuentro que derrotar al comandante Byson es una hazaña digna de ser publicada.
Pero chun li... 3 curados y eligen a chun li. O son muy maricas o estaban muy exaltados (por no decir calientes.
P.D: chun li, po weon
El negro

Siempre va a ser mejor la noche, aunque sea jugando carreras de autos, si se esta en buena compañía.......

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